El marketing tiene como fin principal generar ventas, que la inversión en las herramientas que se utilice, se traduzca en un número concreto de objetivos de ventas, o relacionados con las ventas, cumplidos al final del periodo de aplicación de una estrategia. Su meta son los consumidores, sus adversarios su competencia, y su campo de acción, el mercado.
Las relaciones públicas por otra parte, tienen como objetivo el posicionamiento de la empresa, no sus productos. A las relaciones públicas le interesa un público más amplio que solo el de los consumidores, pero de modo particular le interesan los públicos con los que la organización no tiene interacción funcional, tales como los líderes de opinión, la prensa, las autoridades, las comunidades y otros grupos de interés.
El marketing actúa para el mercado, las relaciones públicas para las relaciones de no mercado, que comprenden todas esas interacciones sociales que también afectan a la organización, como las culturales, regulaciones, ambiente político, tendencias morales, y otras.
Las relaciones públicas también se ocupan de un aspecto que es un tanto ajeno al marketing: la identidad de la organización. La tarea de las relaciones públicas es proyectar los valores y objetivos de la empresa hacia todas sus audiencias, en especial hacia aquellas con las que la organización no tiene relación directa. El marketing en cambio se ocupa, como ya se dijo, de los consumidores.
En resumen, son tres ámbitos los que distinguen a las tácticas y estrategias de RP de las del marketing:
>> Objetivos >> Público >> Campo de Acción
Y, ¿cómo coexisten las relaciones públicas y el marketing? Complementándose y pareciéndose una a la otra cada vez más para formar una disciplina estratégica que ayuda a tener una visión clara del aspecto comunicacional y del mercado de una organización y que sabe a darle a cada una su dimensión en función de los objetivos de negocio de la empresa y de las necesidades conscientes o inconscientes de los públicos de la misma.